15 mar 2018

20-18. A TRUCHAS Y VALE FORZADOS POR LA METEOROLOGÍA. 14-3-2018.


Nieve por un tubo en el Barranco de Astún y el Marrón que viene.

Aparcamiento de Astún, Barranco de Astún e Ibón de Truchas.
14-3-18.
Desnivel acumulado 425 m.
Distancia recorrida 7000 m.
Tiempo efectivo de marcha 01:45 h.
Mixto.
Muy fácil.
Esquí de montaña.
Recorrido, fácil, corto y cómodo para hacer con raquetas o esquís siempre con los debidos cuidados al permanecer en territorio de pistas de esquí.
Agua mejor llevarla en cualquier temporada.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Astún procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Volvimos de Tiana con ganas pues llevábamos el mes de marzo en blanco y después de dos actividades decididamente poco agradables queremos una tercera corta antes de que se pase este ”asado.”

Astún está a reventar de nieve. 

            Sabemos que la meteorología está nefasta, programamos una circular desde Astún tratando de aprovechar una ventana matinal para el miércoles 14 de Marzo de 2018, pero enseguida nos queda claro que no va a ser posible por lo que reconvenimos marchar a Mala Cara con la esperanza de que la ventana sea suficientemente amplia.

Por el este se comienza a colar la nubosidad.

            A las nueve y media de la mañana estamos al solecillo calzándonos los esquís en Astún a 1700 metros de altitud. La temperatura es de sebo.

Hya una fusión importante en Astún.

            Foqueamos junto al Barranco de Astún y en dirección este mientras contemplamos como comienza a aparecer en el horizonte, empujada por el viento en altitud,  cierta nubosidad de aspecto poco halagüeño que enseguida vela el sol.

Pocos esquiadores en Astún, es miércoles. 

            Hay un dedo de nieve polvo sobre la de base que presenta un rehielo mediocre todo en medio de un enorme merengue que es lo visible de Astún, Truchas incluido, lo que ya es decir.
            Con los resaltes inferiores ganamos algo de altura y echando la vista atrás advertimos que la nubosidad que se cuela por la arista oriental del circo no es aislada sino que valle arriba viene de manera consistente rellenándolo todo. A la vez el cielo está perdiendo su azul al arañarse simultáneamente. ¡Joder, no nos va a dar tiempo ni de respirar!

Remontando hacia el Barranco Mala Cara.

            Remontado el resalte superior del circo con nieve algo costra, alcanzamos la entrada del Corredor de Mala Cara bajo el Collado de Astún.
            El corredor no tiene huellas,  inmaculadamente nevado es un océano lechoso que nos recibe con un hueco de viento en el que nos precipitamos sin relieve y todavía no han bajado las nieblas.

Hacia Truchas de merengue.

            Mientras Juan se marcha por la arista izquierda del mismo al encuentro de una pareja de tabloneros que parecen algo indecisos, entramos al corredor y comprobamos que la ladera soleada está bastante dura y que la otra tiene algo de costra y polvo debajo. Las nieblas llegan de abajo y nos envuelven.

La visibilidad va disminuyendo hacia cualquier orientación.

            Yo le pego un grito a Juan, le digo que nos vamos a Truchas y que ya nos veremos aquí.  Conozco el corredor con los ojos cerrados pero no estoy dispuesto a bajar con los esquís en la mano. Solamente hay algo que pueda empeorar un descenso sin visibilidad y es que no haya ni siquiera huellas.

Nos envuelven unas espesas nieblas que rellenan el Barranco Mala Cara.

            Pensando que hubiera sido maravilloso con visibilidad, foqueamos hasta Truchas para ni siquiera localizar el rellano del ibón. Las nieblas que en algún momento han  hecho algún aclarado momentáneo se cierran consistentes. Son las once de la mañana y la ventana ha sido prácticamente inexistente.

Mala Cara en un levante momentáneo de las nieblas.

            Echamos un bocado allí a 2125 metros de altitud y escuchando las advertencias de algún monitor al respecto de no abandonar la fila con esta niebla, hacemos la transición y nos vamos para abajo.

Allí tiene que estar el Ibón de Truchas.

            La suerte está echada, la temperatura se ha enfriado algo, la nieve es cambiante y las nieblas aclaran ligeramente conforme vamos perdiendo altura pero es lo mismo: otro día malogrado y van unos cuantos: últimamente tres de tres.

Las nieblas de Astún nos invitan a marchar para abajo.

            Son las doce cuando nos llegamos al coche tras auxiliar a un crío que se ha caído y se queja de un golpe fuerte en la espinilla. Tras nuestro aviso lo subirán a buscar con una moto de nieve.

En la parte baja de Astún disponemos de un poco de visibilidad. 

            Queríamos algo corto y así ha sido, 425 metros de desnivel bastante frustrantes pero este año va así y no sabemos si cambiará. Una pena con los paquetes de  nieve que hay de 1800 metro para arriba. No recuerdo un año con tanta nieve.

2 comentarios:

  1. Hola Mariano.

    Pues si, un invierno agridulce, mucha nieve pero muy mal tiempo, especialmente los fines de semana, y este parece que no va a ser diferente.


    Un saludo.

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  2. ¡Hola Eduardo!
    Me parece que ha hecho un invierno más convencional que los anteriores tanto findes en los que la mayoría puede salir al monte como también entre semana, porque los que podemos elegir también hemos padecido inclemencias continuadas, especialmente para los esquís ya que, al menos nosotros, necesitamos visibilidad.
    Nos queda la esperanza de que pueda cambiar y aprovechar la mucha nieve que hay.
    ¡Que vaya bueno!

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