27 may 2017

35-17. CAMPBIEIL PARA FINIQUITAR LA TEMPORADA DE ESQUIMO. 25-5-2017.


Valle de Cap Long entre Campbieil y Long desde Neouvielle.

Aparcamiento de Cap de Long, Barranco de Cap de Long, Cara Oeste y Arista Sur.
25-05-2017.
Salida 08:30 h. Llegada 16 h.
Sol.
Bastante fácil.
Esquí de montaña.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Campbieil procedente de Geoportail. Vía en amarillo.

            La noche en nuestra “suite” de Cap de Long es fundamentalmente cómoda y reparadora sobre las colchonetas debidamente aisladas y el sol nos despierta temprano como esperábamos. Son las siete pasadas cuando nos levantamos y hace una temperatura escandalosamente alta sin la más mínima posibilidad de rehielo.
            Desayunamos tranquilamente, preparamos las mochilas y nos subimos al Aparcamiento de Cap Long situado a 2170 metros de altitud solamente un par de revueltas de carretera más arriba.

Iniciando el rodeo de Cap de Long con el porteo esperado. 

            Allí están Carlos Amezcua con su furgoneta y Julio Benedé con la suya. Se encontraron ayer noche y hoy marcharán a Estaragne y Campbieil. Charlamos un poco sin prisas y luego cada uno a lo suyo: ellos se van para abajo en busca del Valle de Estaragne y nosotros aparcamos, preparamos bártulos e iniciamos nuestro camino porteando esquís y raquetas cuando son las ocho y media de una soleada mañana más propia del verano que otra cosa, estamos a 11º centígrados.

Col Tourrat finalizando el rodeo del Embalse de Cap de Long. 

            Iniciamos el rodeo del Embalse de Cap de Long por su orilla derecha caminando sobre la Gravera del Desprendimiento y bajo las paredes de la Arista este de Estaragne.
            Terminado el rellano tras pasar entre los bloques graníticos del desprendimiento continuamos el rodeo atravesando neveros residuales que se alternan con secciones de granito y rododendro avanzando prácticamente en horizontal a una distancia pequeña de la superficie del agua del embalse, casi una veintena de metros por debajo de su nivel de llenado.

En el Barranco de Cap de Long la nieve parece continua y ya no se cortará. 

            Alcanzada la cola del embalse y casi a nivel de las aguas, lo que supone que después de una hora de porteo no solamente no hemos ganado altitud sino que además de subir y bajar casi continuamente estamos más bajos que el punto de salida, encontramos un nevero de fondo y al francés que iba delante de nosotros. Conoce el valle y cree que podemos calzar los esquís.
            Foqueamos  ya en dirección sur por neverillos residuales próximos al Barranco de Cap de Long pero no podemos evitar un par de pequeños cortes en las inmediaciones del mismo que nos depositan en lo que parece ser un nevero más consistente que cubre un rellano y se alarga cubriendo parcialmente el lecho del barranco por el que sus ojos nos muestran espumosas aguas.

Coronando el Resalte Inferior del Barranco de Cap de Long. 

            El francés nos adelanta y se lo agradecemos ya que el valle es completamente desconocido para nosotros pues lo recordamos muy vagamente, no vemos huellas y es muy amplio.
            Tras ascender suavemente el tramo de barranco alcanzamos un rellano ya bien nevado sobre los 2300 metros de altitud  que nos conduce a un primer resalte de cierta consistencia. Se trata de un culo de circo con erguidos corredores  en su parte oeste, también los hay al este, y no tenemos que elegir pues lo hace por nosotros el francés.

Por encima del Resalte Inferior de Cap de Long la pendiente es agradable.

            Siguiendo la huella que establece muy de nuestro gusto, entramos por el corredor situado más al oeste para hacer seguidamente una travesía medianamente ascendente entre bloques de granito emergentes pulidos por el glaciar y entrar al central.
            Se trata de un corredor amplio y que asciende ligeramente hacia el sudoeste y el que unas amplias y bien trazadas lazadas que alternativamente se acercan al lecho del barranco, nos permite subirlo mediante cómodas vueltas maría pues la nieve está muy bien.
            El corredor se acuesta y se amplía convirtiéndose en una amplia rampa que enseguida suaviza y que recorremos de nuevo ya al sur.

Hacia la Oeste de Campbieil.

            Una serie de resaltes muy suaves se suceden mientras dejamos al este el Cilindro de Estaragne, aparece al sudoeste la Pirámides Rocosas del Badet y el Long y al sur se quiere vislumbrar la Hourquette de Cap de Long que es nuestro objetivo en principio.
            También aparece al este la arista que muy horizontal conduce al Pic Estaragne y finalmente al sudeste lo que suponemos se trata de Campbieil.
            Son las once cuando nos detenemos en un bloque de granito emergente a echar un bocado y a beber pues se nos hace sed. Nos tomamos el café con icebergs como procedimiento de beber un poco más.

Hacia el Muro de la Oeste de Campbieil.

            Un cuarto de hora después continuamos la travesía de la amplísima ladera  orientados por la Oeste de Campbieil siguiendo la huella a la que se le ha unido otra proveniente del este.
            Debemos andar sobre los 2800 metros de altitud al menos, pues mi altímetro anda algo mojado, cuando alcanzamos el altiplano que conduce directamente al sur hacia la Hourquette de Campbieil pero me da la impresión de que no la alcanzaremos sino que saldremos del altiplano, en dirección sudeste, directos a la Pared Oeste de Campbieil.

La Arista Oeste de Campbieil. 

            Unas rampas suaves se yerguen paulatinamente y nos depositan en la pared oeste que presenta una parte central muy erguida y que los dos que llevamos delante suben a pie tras quitarse los esquís.

Saxifraga oppositifolia en el metamorfismo de Campbieil. 

            Nosotros alcanzamos la zona erguida y dejamos los esquís para continuar pues la bota de plástico hace una buena huella que hacemos aprovechando alguna vieja que recorre la pared.

Mi chica en la Arista Cimera de Campbieil.

            Ascendemos una cincuentena de metros y coincidimos con las huellas de Juan que ha subido en diagonal un poco más al norte. Unos metros más arriba aparece el primer cordón metamórfico muy descompuesto y húmedo que se sube tan bien como la nieve y que nos deposita en la arista sur del pico.

Piau-Engali desde Campbieil.

            Recorremos la arista suavemente ascendente y tras un pequeño resalte y un par de cientos de metros mixtos alcanzamos la Cima del Pic de Campbieil situado a 3173 metros de altitud. Son las doce y media.

Long desde Campbieil. 

            Hacemos fotos cargadas de nubes de desarrollo que empañan el paisaje y contemplamos regaladamente  el Midi de Bigorre, Piau-Engali, Gela, Suelza y Fulsa, Machimala, Troumousse con la Munia, Soum des Salettes, algunas Marías, el Macizo de Ordesa algo tapado y un amasijo de Tendeñera, Telera y Panticosa. Más aquí y hacia el noroeste Maou, Badet, Long y Maubic y tras el Col Tourrat,  los Revoul-Vidal, Turón, Tres Conseilliers, Neouvielle y Ramougn sobre las Terrazas de Cap de Long.

Julio y Carlos de Estaragne a Campbieil. 

En la Cima de Campbieil. 

            Enseguida aparecen por la arista que viene desde Estaragne Julio y Carlos. Charlamos un rato, compartimos un poco de café y alrededor de la una iniciamos el descenso cuando llega la pareja de italianos. La chica debe ser la que se enrolló conmigo cuando ayer marché a mirar el inicio del camino, pues me dijo que Estaragne y Julio ha comentado su procedencia.

Bajando el Muro Oeste de Campbieil a por los esquís.

            En poco más de un cuarto de hora alcanzamos los esquís y hacemos la transición tranquilamente mientras que Juan se va para abajo y enseguida bajan Julio y Carlos a los que fotografío en la sur del pico. Seguidamente comenzamos nuestro festival particular de giros en una nieve que en la parte alta tiene una calidad óptima, se quiere acostrar un poco al alcanzar el altiplano pero enseguida se pone completamente primavera y nos facilita un descenso que hacemos disfrutando como unos potrillos recién sueltos; bueno, a eso habíamos venido.

Luego baja mi chica a su bola. 

Valle abajo en el Barranco de Cap de Long.

            Es un placer de dioses recorrer las amables campas que nos conducen a la cabecera del resalte inferior que bajaremos primero asomándonos a los ojos del barranco y luego con una larga diagonal nos situamos en el corredor más oriental de los tres para bajar por donde lo han hecho Julio y Carlos. El corredor cubierto de la vieja nieve amarronada tiene una nobleza incomparable.

Esquiando las campas amables entre los muros de Campbieil. 

            Solamente nos queda alcanzar el rellano inferior que rodeamos por su parte alta para no tener que remar y enseguida, tras el tramo inferior  de barranco alcanzado el primer corte, montamos esquís en la mochila y nos olvidamos de poner y quitar. Son las tres menos cuarto.

Acercándonos al Muro Inferior de Cap de Long con el Neouvielle de telonero.

            Descendemos los últimos neverillos residuales y alcanzamos la Cola de Cap de Long para bajarnos hasta su orilla y bordear el embalse por la ruta de invierno que transita  junto al agua y resulta más cómoda que la otra ya que las piedras están muy rellenas de lodos graníticos.

El descenso del Muro Inferior de Campbieil ha sido una auténtica gozada. 

            A medio embalse hemos de remontar una veintena de metros e incorporarnos a la ruta de verano, atravesar algunos neveros salpicados de trampas y llanear hasta el Aparcamiento de Cap de Long.

Porteando de vuelta al Aparcamiento de Cap de Long.

            Son las cuatro de la tarde cuando llegamos al coche tras liquidar un no demasiado  cómodo recorrido que ha supuesto algo más que los 1050 metros de desnivel acumulado, pero el monte es así y nosotros así lo aceptamos. Con ello finiquitamos nuestra temporada de esquimo en la que con sus irregularidades y discontinuidades  y su falta de nieve al principio,  hemos saldado con 36 días de esquí y en línea ligeramente ascendente con las últimas temporada y en la que hemos añadido una docena de actividades nuevas dentro de la generalidad de nuestras cómodas repeticiones; nada que ver con las 150 que espera completar Julio en esta temporada, le faltan cuatro. Hay amores que pueden llegar a matar a besos pero no seré yo el osado que le quiera  poner puertas al campo.
            La temporada próxima más y esperamos que mejor, ya que todo es posible.
             

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